10 pasos para saber cómo limpiarnos la cara y tener un rostro perfectamente limpio. ¿Sabía usted que tiene una gran parte de responsabilidad en la salud, textura, claridad y flexibilidad de la piel de su cara, en función de cómo y con qué frecuencia la limpie?
Tanto si es joven o viejo, hombre o mujer, puede mejorar mucho la piel si la limpia correctamente.
La limpieza de su cara, es posiblemente la parte más importante y básica, para tener una piel radiante. Una limpieza adecuada, es deshacerse de las células viejas de la superficie de la piel, como el polvo, la suciedad que se acumula durante el día, el maquillaje y las bacterias que habitan en ella. Con una buena limpieza conseguiremos tener los poros libres de obstrucciones y que nuestra piel pueda respirar bien.
La limpieza, también ayuda a la circulación y prepara la piel para recibir diferentes nutrientes y lípidos que se absorben por vía tópica.
Aquí hay algunos consejos para una correcta limpieza de la cara, los cuales provienen de tradiciones culturales y medicinales de más de 5.000 años de antigüedad:
1. Limpiar la piel de la cara dos veces al día, no más. A menos que usted haya expuesto su piel a exceso de maquillajes, suciedad o contaminación ambiental, si no es así, con limpiarla dos veces al día, es más que suficiente, para cualquier tipo de piel. Un exceso de limpieza debilita la propia piel y disminuye la calidad de los aceites naturales que la propia piel ya contiene. Por el contrario si no limpia con regularidad la piel de su cara, o especialmente antes de retirarse por la noche, puede llevar a una acumulación de suciedad y de erupciones cutáneas.
2. Elija un limpiador que sea adecuado para su tipo de piel. No use jabón, ya que este puede secar demasiado la piel y endurecerla y con el tiempo puede dañarla. Un limpiador demasiado rico puede obstruir los poros, mientras que uno demasiado seco puede irritar la piel.
Un limpiador para piel seca debe contener hierbas nutritivas y aceites esenciales. En cambio uno para la piel grasa debe incluir hierbas para regular la producción de grasa y mantenerla clara. Para pieles muy sensibles los limpiadores no deben contener perfumes o sustancias irritantes.
Muchos limpiadores tradicionales, están hechos con ingredientes naturales, como la avena molida, las lentejas o los garbanzos, éstos mejoran mucho el aspecto de la cara.
Para tener la tez mas clara, se utilizan hierbas como la cúrcuma, el Amalaki, el Neem y el Sándalo. También emolientes como el yogur, crema de leche o miel, aguas florales o cítricos.
Usted puede hacer su propia mezcla, con los ingredientes secos, mezclándolos correctamente con leche o crema, este preparado puede durar una semana o dos. Por lo contrario busque un limpiador natural que sea suave y que contenga hierbas naturales para enriquecer la piel.
Véase también cómo limpiar el cutis
Crema casera para limpiar la piel del rostro
3. La piel siempre se debe limpiar con agua tibia, el agua caliente puede secarla y provocarle daños con el tiempo, el agua fría no es aconsejable, ya que no disuelve la suciedad incrustada en la piel y no la limpia correctamente.
4. Si usa esponjas o paños, asegúrese de que estén limpios y suaves. No son tan necesarios para la limpieza de la cara como se cree, las propias manos también pueden resultar muy aconsejables como sustituto natural.
5. Lávese bien las manos antes de limpiar su cara, es importante trabajar con las manos limpias. Utilice una cinta para sujetar el cabello lejos de la piel de la cara.
6. Comience por salpicaduras de agua tibia en la cara y el cuello.
7. Aplique el limpiador con los dedos o una esponja suave, con suaves movimientos circulares masajeando cara y cuello de abajo hacia arriba. No frote demasiado, con suaves movimientos es suficiente para ayudar a mejorar la circulación, así como aflojar la suciedad y las células muertas de la superficie de la piel.
Demasiado lavado es perjudicial para la piel ya que la estira y la irrita, especialmente la piel delicada de alrededor de los ojos.
8. Enjuague la cara con abundante agua tibia. No se olvide de enjuagar el cuello y cuero cabelludo, también son importantes.
Los restos que deja el producto limpiador, pueden obstruir los poros de la piel y atraer la suciedad, por eso es importante enjuagarla bien.
9. Secar suavemente el exceso de agua con una toalla suave. No frote la toalla por la piel de manera brusca, se deben dar suaves toquecitos con ella.
10. Aplicar inmediatamente una mezcla de agua y crema hidratante. La crema que sea adecuada para su tipo de piel, ya que justo en este momento es cuando estas cremas consiguen su mejor absorción.
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